Por Roberto Camps
En las intervenciones de la diputada Yoloczin Domínguez y el diputado Bernardo Ortega en la sesión de este martes, se hizo una necesaria revisión del pasado reciente (en voz del perredista), y se estableció (en voz de la morenista), la ruta por la que transitará la 63 Legislatura.
Ambos legisladores usaron la tribuna con voz pausada, con ideas reposadas y planteamientos bien argumentados, que permiten visualizar un Congreso de Guerrero que se apresta a rescatar el tiempo perdido, y desahogar la larga lista de asuntos pendientes. Ojalá.
Ortega Jiménez propuso caminar en una ruta compartida, “alejada de posturas partidistas o de visión unilateral”.
Yoloczin Domínguez Serna, con una gran dosis de madurez y consciente de la responsabilidad de reencauzar al Congreso de Guerrero, asume “con humildad y entendimiento de lo que significa la toma de decisiones colegiadas, al seno de un Congreso que está destinado a dar resultados”.
Y ese es el punto: dar resultados, porque en política, en el ámbito laboral privado y de gobierno, y en la vida misma, lo que cuenta al final del día no son las intenciones, sino los resultados.
Y sí, la civilidad política ha llegado (al menos al inicio del segundo periodo) a la 63 Legislatura. La líder de la bancada de Morena y presidenta de la Jucopo, va de la mano de la ley al señalar: “La Junta de Coordinación Política, y así lo describe la misma Ley Orgánica de nuestro Poder Legislativo, es la expresión de la diversidad política y pluralidad ideológica que compone la Legislatura […]”. Se constituye con el objeto […] de impulsar entendimientos y convergencias, a fin de alcanzar y facilitar los consensos que coadyuven a la gobernabilidad democrática del Congreso del Estado…”.
El perredista destacó: “en esta legislatura sí podemos ponernos de acuerdo, hemos demostrado que se pueden construir consensos que, incluso, resultan más valiosos que las unanimidades”.
A la vez, propone mirar atrás “sólo para reconocer el camino que debemos rectificar”.
Yoloczin se pronunció en pro de la construcción de los grandes acuerdos, para conducir la vida de un Congreso activo, más dinámico y de mayores resultados.
“Sin diálogo no hay entendimiento, y sin entendimiento no hay resultados”, otra de sus frases.
Incluso el diputado Antonio Helguera terció: “no hemos cumplido” (…) “no hemos hecho nuestro papel” (…) “debemos hacer una agenda común”, “necesitamos asumir nuestra responsabilidad”.
Que bueno que las coincidencias por fin llegaron, las ideas se acercan: “Empecemos a construir una mejor imagen para esta legislatura, un rostro donde pongamos en el centro de nuestros ojos a las y los ciudadanos guerrerenses. Donde nuestra prioridad sea alcanzar criterios que nos lleven a conseguir o por lo menos acercarnos a esa justicia social que tanto necesitan nuestros representados” (Bernardo Ortega).
“El Congreso es la caja de resonancia de todos los temas políticos y sociales, debemos estar a la altura de nuestras circunstancias, no defraudemos la expresión popular (…) Rescatemos la legalidad, recuperemos el diálogo, a partir de un debate propositivo y sin descalificación, reorientando una ruta de asuntos prioritarios” (Yoloczin Domínguez.
Y bueno, la realidad nos dice que los pendientes ahí están, esperando ser destrabados por los acuerdos:
1. Se ha dejado de atender el procedimiento para nombrar a los titulares de los Órganos de Control Interno de las autoridades que se establecen en nuestra Constitución.
2. Las Consejerías del Consejo de Políticas Públicas, tampoco se han atendido sus nombramientos. Ese órgano solamente cuenta con su Presidente, y eso porque, fue una designación directa de la titular del Poder Ejecutivo.
3. No se ha nombrado a la Consejería del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado que se encuentra pendiente.
4. La prueba mas emblemática de nuestra falta de atención en las designaciones, la tenemos en este Congreso, donde la gran mayoría de las Secretarías, Direcciones y titulares de los comités que deben designarse por este Pleno, se encuentran vacantes o lo que es peor, están ocupadas por encargados de despacho, que si bien, merecen nuestro respeto, su designación se llevó a cabo unilateralmente y de forma ilegal.
5. No hemos nombrado al o la titular de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas de Guerrero.
7.- Hace falta resolver el nombramiento de un comisionado o comisionada del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información del Estado de Guerrero.
8.- No se ha informado de manera pública sobre el avance de demolición y construcción de la Biblioteca Siervo de la Nación del Congreso, ni sobre el procedimiento de compra y distribución de tinacos y despensas. Hay que remarcar que la secrecía en estos asuntos hace mucho daño a la honorabilidad de este Congreso.
Pero la política no es, se hace, dice una máxima. Y los acuerdos valen sólo en determinadas circunstancias, y se pueden caer. Sobre todo cuando las pasiones electorales calienten el escenario.
Por eso vale la pena preguntar: ¿La nave va?
