Por Ricardo Castillo Barrientos
El problema ancestral de Acapulco, -desde la
década de los años 60’s- salta a la vista. La contaminación de sus aguas marinas,
aunque regenerativas se van degradando a causa del vertimiento de enormes volúmenes
de aguas crudas, ante la permisibilidad de instancias sanitarias y del medio
ambiente, que no atinan en reaccionar coordinadamente para frenar o evitar
mayores daños al eco-sistema marino.
Este añejo problema no resta belleza a la
bahía, calificada entre de las más bellas del mundo y dignas de ser disfrutadas
por cientos de miles de turistas, aun con las campañas negras, donde destacan la
violencia y la contaminación del mar con datos de la Cofepris.
Los turisteros y porteños siempre han
considerado a Acapulco como “la gallina de los huevos de oro”, a la que hay que
cuidar y proteger, ya que representa la forma de vida para todos sus
habitantes. Sin que se hiciera algo contundente en ese sentido.
Hasta ahora con la gobernadora Evelyn Salgado
Pineda, se están tomando medidas efectivas para hacer frente al saneamiento de
la Bahía y de Punta Diamante, con la operación al 100% de las plantas
tratadoras, instaladas en el municipio. Tendrá una inversión inicial tripartita
de 415 millones de pesos, más una inversión adicional de 245 MDP, que se está
gestionando para continuar con el mejoramiento en la captación, conducción y
tratamiento de las aguas residuales.
Estos recursos se deben aplicar con absoluta
transparencia y vigilar a través de un Comité Ciudadano, que verifique la
efectividad de las acciones de trabajo realizadas y se cumplan los objetivos propuestos.
Estas trascendentes acciones consignadas en el
Plan Estatal de Desarrollo, deberán ser acompañadas de una supervisión y
vigilancia efectiva por parte de la SEMARNAT, PROFEPA, PROPEG y Ecología
Municipal, que no solo sancionen a los infractores, sino que eviten cualquier
tipo de vertimiento al Océano Pacífico.
El titular de la CAPASEG, Facundo Gastélum,
afirmo que Guerrero se encuentra en penúltimo lugar en cobertura de drenaje y
saneamiento, principal causa de la contaminación de mares, ríos y lagunas.
Afirmó que solo funcionan 54 de 134 plantas
tratadoras que hay en la entidad, con diversos tipos de tratamiento, que
procesan 5 mil 127 litros por segundo de agua, solo operan 54, 80 no funcionan.
La gobernadora Salgado Pineda tiene el merito
de poner atención prioritaria para rescatar a “la gallina de los huevos de
oro”, y con ello, “vendrá el regreso de los ojotones”, como dijo el ex
gobernador Rubén Figueroa Figueroa, que así sucedería cuando la bahía esté libre de contaminación.
Marea Baja.- Acuso recibo a 2 de mis
tetra-lectores sobre mi columna alusiva a la prevención de desastres y la
cultura de protección civil, con comentarios que contribuyen a este relevante
tema.
El abogado y académico Aristóteles Hernández,
refiere que “la cultura de prevención implica una cultura colectiva que se
construye mediante un largo proceso social y dentro de este proceso, ayuda
mucho la información y la creciente participación de la sociedad civil”.
Javier Barrera, esforzado trabajador de la
coordinación de Protección Civil de Acapulco, destaca: “Se hacen trabajos de
concientización, limpieza de canales, laderas, barrancas y notificaciones a las
familias que viven en zonas de alto riesgo; así como, albergues cercanos a su
ubicación y realizan simulacros con comités vecinales. Por desgracia, la gente
a la mera hora no quiere salir de sus hogares; nos insultan porque no vamos a
sacarles el agua de sus casas”.
Y continúa: “Ahora tenemos menos personal. Solo
hay un turno para el área de alto riesgo. Nos quitaron la lista de raya y eran
de esa área, ya no se recuperó ese personal y ya estamos en plena temporada”.
Marea Alta.- En defensa del método de encuesta
para nominar al candidato presidencial de Morena, el presidente López Obrador,
rememoró que cuando fue dirigente de su partido, “un ex gobernador impulsó la
candidatura de un personaje político de Morena, para que ganara las encuestas
internas y fuera seleccionado para participar en las elecciones a la alcaldía y
así garantizar que Morena perdiera las elecciones en Acapulco, pues se trataba
de un político “débil”.
Y continúo: “Me tocó a mi ver casos en
Guerrero, por ejemplo, en donde el que estaba como gobernador en ese entonces,
apoyaba a un candidato nuestro. Se iba llevar a cabo una convención y el
gobernador quería que el candidato a Acapulco, fuese un candidato de nosotros a
modo, débil, para ganarle fácilmente”.
“A ese candidato nuestro, le daba materiales de
construcción, block, lámina de zinc, para repartir y que en la elección
(interna) ese candidato ganara, porque sabía que iba perder en la
constitucional. Ganaba la interna pero perdía la constitucional”.
Sorprendente revelación del primer mandatario, que
se reservó la identidad del ex gobernador. Cuando fue dirigente de Morena, -20
de noviembre de 2015-12 de diciembre de 2017-, fungía como gobernador Héctor
Astudillo Flores, -27 de octubre de 2015-14 de octubre de 2021-. No hay duda a
quien se refiere.
En 2015, Morena se quedó sin candidato a la
alcaldía de Acapulco, debido a que el IEPC, acató la resolución del Tribunal
Electoral del Estado (TEE), para dejar sin efecto la candidatura de Marcial
Rodríguez, -impugnado por sus propios compañeros- al resultar inelegible por no
renunciar a la dirigencia municipal de Morena, 90 días antes de su registro
como candidato. ¿Luego entonces?
Maremoto.- El Consejo Nacional de Morena,
celebrado el domingo, resultó histórico por lo inédito del consenso unánime logrado
en la aprobación de la convocatoria para seleccionar al candidato (a), a la
presidencia de la República.
En realidad se confeccionó una camisa de fuerza
para los aspirantes que están sujetos a no romper las reglas y respetar los
acuerdos firmados y aprobados.
Distará mucho la actitud que asuman los
pre-candidatos, a diferencia de sus simpatizantes, que seguramente se
desbordarán más allá de los límites establecidos, corriendo el riesgo de
generar una batalla infernal de grandes dimensiones, si queda al descubierto
que no hay piso parejo y derroche de recursos, como generalmente se acostumbra
en las campañas políticas. ¿Será la excepción?
Es el gran dilema que existe. Ojalá la sangre
no llegue al río.