Los
resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los
Hogares (ENDIREH) indican que, 58 de cada 100 mujeres que viven en la entidad
han sufrido a lo largo de la vida al menos un incidente de violencia de
cualquier tipo. El 39.2% de las mujeres de 15 años y más han sufrido al menos
un incidente de violencia por parte de otros agresores distintos a la pareja a
lo largo de la vida y el 43.6% han sufrido violencia por parte de la pareja
actual o última a lo largo de su relación.
En los últimos 12 meses (octubre de 2015
a octubre de 2016), 36 de cada 100 mujeres han sufrido al menos un incidente de
violencia ya sea por parte de la pareja actual o última o de otros agresores
distintos a la pareja. El 24.0% ha sufrido violencia por parte de otros
agresores distintos a la pareja en los últimos 12 meses y 22.6% de las mujeres
que tienen o han tenido una relación de pareja han sufrido algún incidente de
violencia por parte de la pareja actual o última en los últimos 12 meses.
Respecto a la violencia ejercida por
otros agresores distintos a la pareja, las prevalencias más altas se encuentran
en el ámbito comunitario, el 23.8% de las mujeres de 15 años y más ha sufrido
algún incidente de violencia en este ámbito a lo largo de la vida y el 18.5% de
las mujeres de 15 años y más ha sufrido violencia en los últimos 12 meses
(octubre de 2015 a octubre de 2016) en el ámbito laboral.
En la gráfica 1 se muestran las prevalencias de
violencia entre las mujeres de 15 años y más por parte de cualquier agresor a
lo largo de la vida por distintas características sociodemográficas de las
mujeres de acuerdo con el tipo de violencia experimentada. La prevalencia total
de violencia dadas estas características permite identificar a las mujeres con
mayor propensión a experimentar violencia. Así por tipo de localidad de
residencia las mujeres que residen en áreas urbanas son las que reportan la
mayor prevalencia de violencia ejercida por cualquier agresor a lo largo de la vida
(64.0 por ciento). Asimismo, por grupos de edad se observa que las mujeres
entre 35 y 44 años son las que reportan la prevalencia de violencia total más
alta (62.0%), seguida por las mujeres de 25 a 34 años (59.9 por ciento).
Por su parte, por nivel de escolaridad las mujeres
que reportan mayor violencia son las mujeres con educación superior completa 70.8%,
seguidas por las de educación media superior completa con 61.9% y finalmente,
educación básica completa 59.6 por ciento. Otra característica importante es el
estado conyugal en donde se observa que las mujeres separadas, divorciadas o
viudas son las que presentan mayores incidentes de violencia ejercida por
cualquier agresor a lo largo de la vida (68.1%), seguido de las mujeres casadas
o unidas (55.7%) y por último las mujeres solteras (52.5 por ciento).
Finalmente, las mujeres que no hablan ni pertenecen a un hogar indígena son las
que reportan mayor violencia (60.6 por ciento).
De acuerdo con la gráfica 1 se puede identificar que
este perfil se repite para todos los tipos de violencia, excepto para la
violencia sexual, en la que se observan ciertas diferencias en las
características de las mujeres con mayor prevalencia, entre las que destaca que
las mujeres con mayor prevalencia son las adolescentes y jóvenes de 15 a 24
años, quienes a pesar de su corta edad 31.1% de ellas ya ha sufrido algún acto
de violencia sexual a lo largo de su vida, asimismo, para la violencia sexual
las mujeres solteras son las más proclives a sufrirla, ya que poco menos de una
tercera parte (31.8%) han tenido algún incidente de este tipo.
Prevalencia de violencia entre las mujeres de 15 años y más
Gráfica 1
Por parte de cualquier agresor a lo largo de la
vida por característica según tipo de violencia
Nota 1: La violencia económica o patrimonial incluye la violencia económica y/o patrimonial ejercida por la pareja o ex-pareja, por cualquier familiar, así como la discriminación por razones de embarazo en los últimos 5 años y la discriminación laboral entre las mujeres asalariadas en los últimos 12 meses.
Nota
2: La suma de la distribución no corresponde con el total, debido a que se
excluye la categoría No especificado.
Nota
3: La categoría “Superior completa” incluye estudios de posgrado.
Nota
4: Se considera que una mujer es indígena, si habla una lengua indígena y/o
pertenece a un hogar indígena que es aquel donde el o la jefa del hogar, su
cónyuge o alguno de los ascendientes (madre o padre, madrastra o padrastro,
abuelo(a), bisabuelo(a), tatarabuelo(a)) del jefe o su cónyuge hablan una
lengua indígena.
Fuente:
INEGI. Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares
2016.