Por Hugo Falcón Páez
Para los no letrados o neófitos, el ex presidente de la República Mexicana Miguel Alemán Valdés, fue el veracruzano con visión que pudo proponer a un grupo de empresarios el generar una ciudad turística que compitiera con Hawaii. De hecho, incluso, mejor en todos sentidos en infraestructura que Miami, Panamá o en entretenimiento que Las Vegas.
Esa era la jugada maestra, y se logró a finales de los 40's. En una porción de tierra llamada Acapulco. Este paraíso con un clima sin igual, tenía el sentido en el que los turistas, viajeros o visitantes, mayormente de Estados Unidos de Norteamérica estuvieran en cómodas estancias. Esto sobre todo a los militares o marines que sobrevivieron la Segunda Guerra Mundial. Se requería aprovechar ese capital, para esparcimiento y menguar a los países citados anteriormente.
Entrado 1950 hasta 1960, surgieron decenas de personajes que participaron en la erección de la bahía más bella. Desde atletas, actores y actrices, inversionistas, y uno que otro despistado, así como un sin fin de profesionistas de todo el orbe. Ya el resto es leyenda urbana, porque de 1970 a 1992, el declive empresarial, social y económico sucumbió al inundarlo como una urbe y no como el proyecto inicial que el jarocho tuvo a bien compartirnos.
Lo cierto es, que es necesario defender la historia con verdad y no con chistes ni narraciones o crónicas erigidas en cantinas, susurros e inventos periodísticos. Por sobre todo la verdad, un portento que debemos legar.