Luego de los relevos en las dirigencias del PRD en Guerrero y del PRI en Acapulco, se han realizado lecturas políticas equivocadas sobre la manera en que influiría mi relación con sus titulares.
Aún cuando existen coincidencias por pertenecer o haber pertenecido a un mismo grupo, nunca he establecido relaciones políticas de subordinación, por el contrario, he mantenido un diálogo y apertura hacia diversas opiniones y criterios.
Sobre el tema de una eventual alianza electoral entre PRD, PRI, MC y PAN para el proceso electoral de 2021 (que a tantos inquieta), sigo pensando que es una posibilidad para acudir a una contienda competitiva. Las cifras de las encuestas en los último meses dan cuenta de ello.
Se desestima que cuando hice esas declaraciones en mi natal Ometepec, también mencioné que el PRD debería considerar integrar una alianza de las izquierdas en Guerrero al lado de Morena. Sería lo más lógico, sin embargo las condiciones no han sido las más propicias porque los morenos no han expresaco ningún interés.
A lo largo de mis posicionamientos públicos y de mis escritos, he manifestado simpatía hacia las transformaciones en la vida pública que impulsa el presidente López Obrador, pero también le he expresado críticas al sentir un abandono de su parte hacia Guerrero, lo cual por fortuna ha ido corrigiendo, como lo demostró en su última gira por Acapulco donde anunció importantes apoyos.
Considero que los escenarios políticos se están moviendo y nadie puede anunciar un triunfo anticipado, sería desdeñar la capacidad de análisis de los guerrerenses, en décadas recientes han demostrado que saben dar oportunidades de conducción política, pero también las quitan.
Cada partido tendrá que consultar con sus liderazgos, con sus militantes y pulsar el sentir de la sociedad sobre si conviene ir juntos en un proyecto de gran alcance, con el candidato que tenga un perfil aceptado por tirios y troyanos pero sobre todo, por el gran elector que es el pueblo de Guerrero.
Inicié muy joven en la política: baste recordar que a los 28 años fungía ya como secretario general de Gobierno, lo que me ha permitido sembrar amigos en todos los ámbitos y en todos los partidos.
Luis Walton Aburto convivió conmigo durante casi tres años desde la presidencia municipal de Acapulco. Nuestra relación fue siempre cordial y de una estrecha coordinación, lo que propició construir obras de gran calado para nuestro puerto.
Con el senador Félix Salgado Macedonio nos conocemos desde la época de don Alejandro Cervantes Delgado. Nuestra relación siempre ha sido cordial y de respeto.
Cuauhtémoc Sandoval Ramírez (QEPD), hermano del padre de Amílcar Sandoval, fue el primer secretario de Asuntos del Migrante en mi segundo periodo, dependencia que ocuparía posteriormente Netzahualcóyotl Bustamante, quien hoy está a cargo de Finanzas en el Congreso del Estado.
Adela Román Ocampo, actual presidenta municipal de Acapulco, fue promovida al cargo de magistrada del Tribunal Superior de Justicia durante mi administración. Hoy, aunque la relación no es muy cercana por la gran carga de trabajo que tiene, el respeto es mutuo.
El diputado Arturo Martínez Núñez fungió como secretario de Cultura en mi administración, a quien le tocó compartir la elevación a rango de secretaría a esta dependencia. Nuestra relación es de gran cordialidad política.
Mariana García Guillén, quien es hija de una prima hermana, incursionó en el ámbito político en Guerrero al frente del programa "Guerrero Cumple". Hoy es una polémica legisladora de Morena que critica el pasado reciente. Mi respeto para ella.
Con el diputado Aristóteles Tito Arroyo, quien fungió como alcalde de Malinaltepec, siempre mantuve como gobernador, un trato solidario para su municipio y de apoyo a su gestión.
Así como los diputados Zeferino Gómez Baldovinos, quien se desempeño en mi segundo gobierno como subsecretario de Sedesol; Moisés Reyes Sandoval, al frente de la subsecretaría de Asuntos del Migrante y Jorge Salgado Parra, son ejemplos de ex colaboradores que hoy siguen su propio camino.
El actual dirigente de Morena en la entidad, Marcial Rodríguez Saldaña fue mi colaborador al frente de la subsecretaría de Educación Superior, y aunque su paso fue muy efímero por esta dependencia, la relación que hemos mantenido ha sido siempre de respeto.
Manuel Añorve Baños transitó a mi lado una parte de su vida política y fue mi adversario por la gubernatura. Hoy hemos encontrado el momento de la reconciliación política.
Mario Moreno Arcos, alcalde de la capital, con quien me une una sólida amistad. Hoy es un prospecto para la gubernatura de Guerrero.
Con Victoriano Wences Real, dirigente del Partido del Trabajo en Guerrero, construí una espléndida relación cuando fungió como alcalde de Tlapa.
Con René Juárez Cisneros iniciamos juntos nuestra carrera politica al lado del gobernador Alejandro Cervantes Delgado. Fue dirigente del PRI durante mi primer gobierno y secretario de Planeación, paso fundamental para alcanzar la gubernatura. Con René somos amigos de muchos años.
Marcos Efrén Parra, principal referente del PAN en el estado, fue alcalde de Taxco por primera vez cuando yo era gobernador interino, con quien sostengo una relación cordial que con el paso de los años se ha acrecentado.
Beatriz Mojica Morga, en mi segundo periodo fue designada coordinadora de Fortalecimiento Municipal y luego secretaria de Desarrollo Social. Ella era mi propuesta para relevarme.
Tuvo una destacada vida política en el PRD y ahora es aspirante por segunda ocasión a la gubernatura de Guerrero.
Señalo finalmente al actual gobernador Héctor Astudillo Flores, con quien compartimos responsabilidades, él como alcalde de Chilpancingo y yo como gobernador de la entidad. Mi relación con él ha sido de absoluto respeto y cordialidad.
La lista podría ser interminable, pero sólo menciono estos casos para mostrar que a lo largo de la vida, uno va ganando amigos, otorgando confianzas, abriendo camino para muchas personas y apoyando su desarrollo personal y político.
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